Introducción de los servicios de trenes de cercanías en Colombia
Posted 05/07/2020 by Laura Mejia
Durante los últimos años, la huella humana se ha ampliado en nuestras ciudades. La mayoría de las grandes ciudades de Colombia han absorbido a los municipios vecinos, tanto en términos de expansión geográfica como de contribución económica.
La rápida expansión de estos centros urbanos, a menudo denominados "áreas metropolitanas" o "conurbaciones", ha dado como resultado un rápido crecimiento de la población que no se logró con un nivel adecuado de suministro de transporte público. La expansión urbana no planificada ha generado importantes desafíos de movilidad, como la congestión y la contaminación, que no solo afectan directamente la calidad de vida, sino que también tienden a tener un impacto significativo en las perspectivas de desarrollo económico de la región.
Dado que uno de los principales desafíos de estas áreas metropolitanas es la movilidad urbana, los trenes de cercanías pueden convertirse en una herramienta importante para brindar alternativas de viaje rentables y en tiempo para sus habitantes.
Beneficios esperados de los servicios de trenes de cercanías
El primer beneficio claro de la introducción de redes de trenes de cercanías es que los viajes se vuelven más rápidos, eficientes y, a menudo, más baratos dentro de los centros de las ciudades y sus regiones residenciales suburbanas. Se observan beneficios de ahorro de tiempo y costos tanto para quienes usan el tren de cercanías como para quienes no lo hacen, ya que estos últimos pueden aprovechar las redes de carreteras mucho menos congestionadas y otras formas potenciales de transporte público.
Sin embargo, además de su clara contribución a la mejora de la conectividad física, los trenes de cercanías tienen importantes efectos secundarios positivos en el contexto socioeconómico más amplio de la región. El transporte eficiente dentro de los centros urbanos brinda a sus habitantes ventajas sustanciales, entre las que se incluyen la conexión con el trabajo y la reducción del costo de vida al brindarles la posibilidad de trasladarse más lejos. Los enlaces de transporte eficientes tienden a fomentar la formación de burbujas financieras y económicas dentro de los centros de las ciudades, fomentando la innovación, mejorando la productividad y la colaboración e impulsando el crecimiento económico.
La inversión en transporte público, como los trenes de cercanías, está a la vanguardia de las estrategias de desarrollo económico. Si bien el transporte ferroviario ha sido parte de las economías de los países desarrollados durante décadas, las economías de rápido crecimiento en Asia y América Latina han otorgado una importancia cada vez mayor al desarrollo de sus sistemas de transporte urbano, y las áreas metropolitanas de Ciudad de México, Sao Paulo y Santiago tienen las mayores números de pasajeros en América Latina.
La infraestructura de Colombia es, hasta ahora, relativamente pobre en comparación con sus países vecinos, con Bogotá clasificada como la ciudad más congestionada de América Latina en 2019. Dado que los autobuses constituyen el modo de transporte público más popular, la baja movilidad urbana obstaculiza significativamente el crecimiento del país y potencial de desarrollo.
Áreas de Colombia con más probabilidades de beneficiarse
Las tres áreas metropolitanas más grandes de Colombia concentran más de un tercio de la población del país. La principal conurbación es la que se concentra alrededor de la capital del país, Bogotá, que incluye diecinueve municipios y tiene una población de más de 10 millones, lo que la convierte en una de las más grandes de América del Sur y una de las 30 aglomeraciones urbanas más pobladas del mundo. El área metropolitana del Valle de Aburrá cubre gran parte del norte y sur del departamento de Antioquia, aglutinando diez de sus municipios con una población estimada de 3,8 millones. La tercera gran conurbación, denominada Área Metropolitana de Cali, está ubicada en el suroeste de Colombia. Es el hogar de más de 3,2 millones de habitantes y está conformado por municipios del norte del departamento del Cauca.
Proyectos propuestos
Durante las últimas décadas en Colombia, se han discutido más de siete iniciativas de inversión en transporte en todo el país. Cuatro de ellos se encuentran dentro de las principales conurbaciones del país, y tres de ellos han comenzado a materializarse en los últimos años.
Dentro del área metropolitana de Bogotá, el proyecto Regiotram de Occidente inició oficialmente en enero de este año. La ruta propuesta tiene 39,6 kilómetros de longitud y las proyecciones hablan de movilizar 44 millones de usuarios al año, incluso en el intercambio con el propuesto metro de Bogotá. Dos aspectos relevantes del proyecto son, en primer lugar, el trazado, que se desarrollará mayoritariamente sobre el ferrocarril existente en la comarca de la Sabana de Occidente, y en segundo lugar su doble funcionalidad como tren de cercanías en zonas suburbanas y rurales y como tranvía en zonas urbanas. El proyecto está respaldado por un contrato de concesión de 26 años y tiene un costo estimado de USD $ 829 millones, de los cuales USD $ 459 millones son financiados por el gobierno. La Concesionaria ha iniciado la etapa de estructuración del financiamiento del valor remanente, evaluando si se realizará mediante préstamo o mediante emisión de bono. En este proceso ya hay algunos inversionistas interesados, que han presentado sus propuestas, e Infrata ha apoyado el proyecto como Asesor técnico de prestamistas.
El segundo tren de cercanías se encuentra en el área metropolitana El Valle de Aburrá, con una extensión propuesta de 63 kilómetros entre Barbosa y Caldas, y un costo estimado de USD $ 1.087 millones. Durante su fase de estructuración, el proyecto ha enfrentado dificultades, especialmente financieras, lo que ha llevado a la necesidad de dividir el proyecto y priorizar secciones particulares. En particular, han priorizado el tramo entre las estaciones de metro Bello e Industriales de Medellín, una extensión de 13 kilómetros por valor de USD $ 338 millones. Con ello se busca dar solución a la congestión del metro de Medellín aliviando la presión sobre la Línea A, que hoy está al borde del colapso por la enorme cantidad de pasajeros diarios.
El tercer proyecto, que hoy se encuentra en la etapa de una esperanza nacional colectiva, es el Tren de Cercanías del Valle del Cauca. En diciembre de 2019 se realizó un estudio de prefactibilidad proponiendo un tranvía. Este proyecto entraría en funcionamiento en el sur del Valle del Cauca en 2025, tendría 48 estaciones y cubriría 72 kilómetros. El estudio de factibilidad presentó un presupuesto estimado de USD $ 459 millones, y al respecto el proyecto aún no parece estar claro. Cabe destacar que en este tipo de proyectos el costo no siempre es el factor más importante, ya que el costo y la facilidad de implementación no son priorizados en los criterios de elección de la tecnología. Sin embargo, es inevitablemente cierto que el costo es un factor importante a la hora de tomar la decisión final.
El país ha iniciado la andadura de incorporar trenes de cercanías, con un sistema de transporte sostenible e inclusivo para las áreas metropolitanas de las tres principales ciudades de Colombia. Si bien reconocen las dificultades y desafíos de estos proyectos, pueden emerger como una panacea para la crisis de movilidad que el país ha estado enfrentando. Se espera que el visto bueno de estos tres proyectos ponga en marcha las otras iniciativas propuestas en el país, como dos nuevos trenes en Bogotá, El Tren del Norte y el tren a Soacha, y otros como el tren de cercanías en el Eje Cafetero y el tren de cercanías en la costa norte. Todo ello beneficiará a las regiones, pero sobre todo mejorará la calidad de vida de sus habitantes.
Todos en Infrata Colombia estamos ansiosos de que esos esquemas se desarrollen y nos beneficien a todos. Para más información sobre estos y otros proyectos en Colombia, o para consultoría ferroviaria o asesoramiento para prestamistas, visite infrata.com.