Un futuro más verde para las carreteras
Posted 31/03/2020 by Jesus Ciurana
El sector de las carreteras está cambiando a nivel mundial. Y no estamos hablando sólo de los avances en la gestión del tráfico o el desarrollo de rutas. Se trata de algo aún más fundamental: hablamos de materiales.
Con los materiales de construcción convencionales cada vez más escasos, y el cambio climático una preocupación creciente, la industria está buscando nuevas soluciones más ecológicas.
En la última década, hemos visto un aumento espectacular en el uso de materiales reciclados y subproductos ecológicos. Los materiales comunes incluyen: pavimento asfáltico reciclado, residuos de construcción, caucho de neumáticos usados, polvo de cemento, vidrio triturado, escoria de acero, cáscara de arroz, aserrín, bolsas de plástico desechadas, incluso aceites usados de cocina o del sector automovilístico. La lista continúa.
Pero, ¿cuáles son las implicaciones del uso de estos nuevos materiales? ¿Son beneficiosos o incluso factibles? Aquí, consideraremos el impacto económico, técnico y ambiental de estos materiales, y abordaremos los obstáculos que se interponen en el camino de su uso generalizado.
Beneficios técnicos
Por encima de todo, las carreteras deben cumplir su objetivo: dar servicio. Mientras que los estudios sobre el rendimiento técnico de los materiales reciclados siguen realizándose, ya se pueden observar numerosos beneficios.
Los neumáticos reciclados están emergiendo como uno de los principales materiales. Su uso puede destinarse como agregados de "pista seca", o una vez derretidos como aditivos al asfalto en lo que se conoce como "pista húmeda". En ambos casos, los neumáticos están mejorando la calidad de la carretera. Lo mismo puede decirse de ciertos plásticos y residuos de construcción. Además de reducir nuestro uso de betún en alrededor de un 10%, parece que estos nuevos materiales son capaces de mejorar la durabilidad de nuestras carreteras.
Beneficios ambientales
El uso de materiales reciclados en la construcción es una bendición para el medio ambiente. La reducción del uso de materiales vírgenes (ya sea totalmente, o en parte), nos permite conservar los recursos naturales y reducir el consumo de energía, así como las emisiones de carbono asociadas con la construcción de carreteras. En resumen, esto hace que sea una industria más limpia y ecológica.
Por otro lado, el uso de materiales reciclados también desvía grandes cantidades de materiales usados lejos de los vertederos, lo que ayuda a mantener la limpieza de los entornos existentes en todo el mundo.
Beneficios económicos
En lo que se refiere a la infraestructura del transporte, el factor económico siempre es tenido en cuenta. No es de extrañar, entonces, que los costos del ciclo de vida constituyen la base de muchas iniciativas de reciclaje. Más allá de la durabilidad y la longevidad de los materiales, la fiscalidad está demostrando ser un actor importante aquí. Dinamarca y los Países Bajos sirven como buenos ejemplos de cómo el aumento de impuestos sobre los materiales naturales puede ayudar a promover el reciclaje. En estos países, el uso de vertederos también conlleva una fiscalidad punitiva, lo que refuerza aún más el caso del uso de materiales reciclados.
De hecho, los Países Bajos han sido pioneros con tanto éxito en el uso de materiales de construcción reciclados, que la oferta está luchando para mantenerse al día con la demanda.
Obstáculos y limitaciones
Hay evidentemente numerosos beneficios para el uso de materiales reciclados, pero eso no quiere decir que su implementación esté siendo sencilla.
Con el fin de ser adecuado para su uso en el pavimento y la construcción de carreteras, los materiales reciclados deben ser procesados de varias maneras. Por ejemplo, los productos de desecho como el pavimento asfáltico reciclado o los materiales de construcción, requieren clasificación, un proceso que exige no solo mano de obra sino también, el espacio para llevar a cabo este proceso, la gestión y, en algunos casos, equipo/maquinaria especializada. Todo esto conlleva un coste económico y medioambiental.
Con respecto a la mano de obra, la industria está sufriendo actualmente de falta de experiencia. Con el fin de ser eficiente, el proceso necesita técnicos capacitados y especificaciones claras. Ambos están en camino, pero ninguno de los dos se logrará de la noche al día.
También vale la pena señalar que, si bien los indicadores técnicos de rendimiento son prometedores, todavía carecemos de datos a largo plazo. La información fiable sobre el rendimiento sobre el terreno será crucial para determinar la viabilidad de utilizar materiales reciclados para la construcción de carreteras en los años venideros.
Por último, como en cualquier industria, hay ciertos contratistas o entidades que están demostrando ser algo resistentes al cambio. En un entorno ya desafiante, es inevitable que ciertos jugadores necesiten más convicción. Pero con la evolución de datos fiables, se espera que los argumentos se harán más fuertes con el tiempo.
Un futuro prometedor
Pese a los obstáculos y limitaciones, superar las dificultades es el principio base de toda infraestructura. El margen para resultados ambientales, económicos y técnicos positivos es tal que en nuestra opinión es una vía que vale la pena continuar.
Los obstáculos a la adopción generalizada a largo plazo no son insuperables. En la mayoría de los casos, es sólo cuestión de tiempo. La industria está aprendiendo semana a semana. Las pruebas de laboratorio completas, los ensayos de campo y la difusión adecuada de la información están en marcha. Una vez se vea una respuesta positiva de los gobiernos a nivel mundial, que abarque una regulación y especificaciones claras, entonces el futuro de nuestras carreteras se verá mucho más limpio, más ecológico y más sostenible que nunca.